Sunday, May 29, 2011

CARICATURISTAS PARTICIPAN EN LA FERIA DEL LIBRO DE BOGOTÁ, COLOMBIA por Arles Herrera

Entrevista de Arles Herrera (Calarcá) a Gelman Salazar, director de la Escuela Nacional de Caricatura de Bogotá, Colombia, , con motivo de la recientemente efectuada 24 edición de la Feria del Libro, donde jóvenes caricaturistas de las Escuelas de Bogotá y Medellín, tuvieron una activa participación.
La asistencia del público al Pabellón de la Caricatura, la Historieta, el Retrato y la Ilustraciòn, fue extraordinaria, y el ambiente era mágico para los centenares de personas que miraban con asombro cómo iba apareciendo la imagen de un modelo que quería verse caricaturizado. Los artistas de este género eran los estudiantes graduados de la Escuela Nacional de Caricatura que funciona en Bogotá, y otros, de la Escuela de Caricatura de Medellín. Un total 35 caricaturistas rayaban el papel para deleite del público que hacia fila para conseguir su dibujo. Hubo exposiciones, caricaturas en alambre, otras modeladas en plastilina, siluetas en papel... La Escuela de Caricatura de Bogotá comenzó a participar en la Feria del Libro, desde su primera edición. Hoy en día es uno de los actos culturales que más despierta la atención del pueblo.
¿Qué avances hubo en la presentación de la caricatura y la historieta en la Feria del Libro?
Los avances este año en el Pabellón del Diseño Gráfico y la Caricatura se dan fundamentalmente a partir de la gestión que realizó la Escuela Nacional de Caricatura para vincular a las principales facultades y escuelas Diseño Gráfico de Bogotá por medio de exposiciones y una programación de conferencias. Por parte de la Cámara del Libro y de Corferias se insistió en una fórmula que en nuestro parecer ha entrado en crisis: altas tarifas para la participación de los expositores sin hacer mayor consideración de que se trata de instituciones y colectivos de carácter eminentemente cultural y por eso su aporte fundamental es de este tipo. La Feria del Libro de Bogotá al ser un evento privado, está diseñado para generar ganancias a los grandes inversionistas de la industria editorial y no para favorecer el desarrollo de proyectos culturales. Por eso a pesar de que hubo más visitantes y más movimiento a la hora de los balances la situación no es tan favorable.
¿Cuáles fueron las inquietudes y conclusiones en las cinco conferencias relacionadas con la caricatura y la historieta?
La conclusión fundamental es que la academia puede aportar elementos sustantivos para la reestructuración del Pabellón afianzando su carácter cultural y haciendo del mismo un escenario para el impulso también del Diseño Gráfico además de la caricatura, las historietas, el humor gráfico y la ilustración. La academia a su vez gana cuando socializa los resultados de las investigaciones y los procesos creativos que tienen lugar en las aulas. Por ejemplo los maestros Juan de La Rosa, director de la Escuela de Diseño de la UN y Carlos Riaño de esa misma universidad presentaron una metodología para producir cartel social por medio de talleres que tuvieron lugar en varias ciudades latinoamericanas. De ese modo muestran como el cartel es un género gráfico que conserva toda su vigencia. El maestro Pedro Duque de la Tadeo, presentó también avances en una de las líneas de investigación que impulsa en esa universidad, con la conferencia ‘Herederos de Durero’. Así mismo Bernardo Rincón profesor de la U.N. presentó la exposición de trabajos correspondientes al Primer Salón de Historieta Universitaria. Los profesores de la Escuela presentamos las conferencia ‘Epica, tragedia y melodrama en la historieta latinoamericana’ con algunas reflexiones sobre la evolución del género en la región y otras conferencias sobre las ‘Aplicaciones pedagógicas’ de estos géneros de las artes.
¿Que perspectivas existen para las nuevas generaciones cultoras de estos géneros?
La participación de las universidades es un hecho nuevo que puede abrir una etapa de desarrollo para la historieta, el humor gráfico y la caricatura. En estas instituciones los jóvenes cultores de estos géneros pueden tener un aliado estratégico para impulsar una producción nacional de narrativa gráfica. Hay que tener en cuenta que en nuestro país la historieta puede ser más un producto de interés cultural que comercial y en las universidades puede encontrarse ese tipo de lector culto que requiere la historieta contemporánea. Sin embargo es necesario saber interpretar las condiciones en las cuales las universidades pueden hacer contribuir en este propósito. Además es preciso encontrar más aliados en diferentes sectores sociales y de la cultura. Falta mucho trabajo todavía.
¿Los contenidos de la historieta colombiana están permeados por la metafísica?
La verdad es que no puede hablarse aún de una producción significativa de historietas en Colombia. No se ha consolidado el género al punto de haber cautivado ya a un sector de lectores que permitan mayor continuidad de las publicaciones impresas o virtuales. Por otra parte siempre la historieta ha sido un medio para muchas temáticas y conceptos. Y en muchos casos autores que han cultivado géneros realistas o de denuncia también se han concedido licencia para explorar en la ciencia ficción, en la fantasía, hasta en temáticas como los western y el género policiaco. Por ejemplo Breccia realizó historietas del Ché Guevara pero igual hizo otras con temáticas de guerra o policiacas. Carlos Giménez el autor de ‘Paracuellos’ también hizo ‘Delta 66’ que sería entonces una historieta ‘metafísica’. En realidad lo triste sería que todos los autores tuvieran el mismo libreto o que renunciaran al legítimo derecho a la fantasía.
¿Qué pasó con el humor gráfico costumbrista colombiano?
Creo que ha migrado hacia la TV y la radio. Ahora, creo que igual el humor evoluciona y encuentra nuevas propuestas a tono con los cambios en la sociedad. No siempre esa evolución es buena pero tampoco todo lo costumbrista era relevante.
¿Hay decadencia en el humor gráfico colombiano?
Creo que muchos buenos humoristas gráficos desisten de trabajar el género por las escasas posibilidades de realización que ofrece este oficio. La misma escasez de espacios de opinión y el poco espacio existentes en los medios de comunicación – manipulados y monopolizados como están por los grupos económicos poderosos – no permiten que aparezcan tanto cultores como podrían existir.
¿Cómo pueden contribuir los humoristas gráficos a la paz con justicia social?
Como artistas y como voceros de la opinión, creo que en primer lugar debemos tomar una decisión: o somos voceros de los grupos que monopolizan y hegemonizan la economía y la política o más bien buscamos hacer eco de aquellos que ‘no tienen voz’, que son excluidos por la lógica de los poderes dominantes. El humor y la caricatura son magníficos medios para comunicar y creo que hoy en el mundo hay una creciente franja de la opinión que necesita decir cosas, que necesita que se le escuche: no es sino mirar lo que está pasando en Europa y en el norte de África. La gente está cansada de la lógica salvaje del capitalismo y creo entonces que la creatividad, el ingenio y el buen humor pueden hacer un gran aporte al conectarse con esas corrientes de ciudadanía que hoy buscan formular proyecto de sociedades en paz pero con justicia social .
Mayo de 2011.
Escuela Nacional de Caricatura - CEATC
http://www.escueladecaricatura.com/
escueladecaricatura@gmail.com
Carrera 20 B No 74 40
Bogotà - Colombia

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